Hidrodermoabrasión
Dermoestética - Técnicas de tratamiento
Hidrodermoabrasión
La hidrodermoabrasión combina exfoliación, détox, hidratación y protección antioxidante al mismo tiempo, efectuándolo sin molestias o tiempo de inactividad. El tratamiento resulta calmante, hidratante, no invasivo, mejorando la apariencia de las líneas finas, arrugas, poros congestionados y agrandados, piel seborreica o propensa al acné, e hiperpigmentaciones.

¿En qué consiste?
La primera fase consiste en una limpieza de la piel con sustancias que limpian y desinfectan. A su vez, aspira la piel para extraer las células muertas y al mismo tiempo inyecta principios activos que ayudan realizar una limpieza profunda de la piel.
Sin una limpieza para eliminar esas impurezas y células muertas, pueden aparecer acné y puntos negros. Esto da como resultado la pérdida progresiva de frescura y luminosidad de la piel.
La segunda fase cuenta con extracción y microdermoabrasión con punta de diamante de la piel, eliminando las impurezas que se fijan, con el pasar de los años, a las capas externas de nuestra piel, haciendo que se vea opaca.
La exfoliación y eliminación de toxinas juega un papel fundamental en el mantenimiento de una piel sana. También ayuda a proteger la piel de las bacterias, toxinas y contaminantes a las que se expone día tras día.
La tercera fase es una fusión de principios activos para proporcionar luminosidad y estimular la regeneración celular.
Es el momento donde la piel recibe los nutrientes, sustancias antioxidantes, péptidos y ácido hialurónico, dejando ver una piel renovada que se ve y se siente mucho más sana, joven y fresca.
¿Es doloroso?
Es un tratamiento muy cómodo, no es doloroso y no necesita anestesia.
¿En qué casos se recomienda?
La hidrodermoabrasión se recomienda a todos los tipos de pieles.
Es muy efectivo en pieles grasas o muy secas, pieles finas, deshidratadas y favorable en pieles despigmentadas.
Este tratamiento mantiene la hidratación y nutrición de la piel, evitando que se reseque y por lo tanto, prevenir la pérdida de agua y nutrientes. Además, no es un tratamiento invasivo y puede ser combinado con diferentes terapias faciales con tecnología médica avanzada, de manera simultánea.
Se recomienda realizar con una periodicidad de 3 o 4 meses. A medida que se realizan los sucesivos tratamientos, la piel vuelve a recomponer su hidratación y nutrición naturalmente, recuperando su belleza y volviendo a producir nutrientes por sí misma.
Esta especialmente indicada en:
¿Cómo es la recuperación y cuáles son los resultados?
La recuperación es inmediata, en ocasiones se puede presentar un leve enrojecimiento.
Es un tratamiento muy rápido que no necesita preparación previa, promoviendo excelentes resultados:
Se recomienda una sesión cada 3 o 4 meses para el mantenimiento de la piel y antes de cualquier tratamiento facial.
La primera fase consiste en una limpieza de la piel con sustancias que limpian y desinfectan. A su vez, aspira la piel para extraer las células muertas y al mismo tiempo inyecta principios activos que ayudan realizar una limpieza profunda de la piel.
Sin una limpieza para eliminar esas impurezas y células muertas, pueden aparecer acné y puntos negros. Esto da como resultado la pérdida progresiva de frescura y luminosidad de la piel.
La segunda fase cuenta con extracción y microdermoabrasión con punta de diamante de la piel, eliminando las impurezas que se fijan, con el pasar de los años, a las capas externas de nuestra piel, haciendo que se vea opaca.
La exfoliación y eliminación de toxinas juega un papel fundamental en el mantenimiento de una piel sana. También ayuda a proteger la piel de las bacterias, toxinas y contaminantes a las que se expone día tras día.
La tercera fase es una fusión de principios activos para proporcionar luminosidad y estimular la regeneración celular.
Es el momento donde la piel recibe los nutrientes, sustancias antioxidantes, péptidos y ácido hialurónico, dejando ver una piel renovada que se ve y se siente mucho más sana, joven y fresca.
¿Es doloroso?
Es un tratamiento muy cómodo, no es doloroso y no necesita anestesia.
¿En qué casos se recomienda?
La hidrodermoabrasión se recomienda a todos los tipos de pieles.
Es muy efectivo en pieles grasas o muy secas, pieles finas, deshidratadas y favorable en pieles despigmentadas.
Este tratamiento mantiene la hidratación y nutrición de la piel, evitando que se reseque y por lo tanto, prevenir la pérdida de agua y nutrientes. Además, no es un tratamiento invasivo y puede ser combinado con diferentes terapias faciales con tecnología médica avanzada, de manera simultánea.
Se recomienda realizar con una periodicidad de 3 o 4 meses. A medida que se realizan los sucesivos tratamientos, la piel vuelve a recomponer su hidratación y nutrición naturalmente, recuperando su belleza y volviendo a producir nutrientes por sí misma.
Esta especialmente indicada en:
- Deshidratación y falta de brillo.
- Acné y poros dilatados.
- Rosácea.
- Manchas solares, marrones y problemas de pigmentación.
- Arrugas finas y líneas de expresión.
- Fotoenvejecimiento.
¿Cómo es la recuperación y cuáles son los resultados?
La recuperación es inmediata, en ocasiones se puede presentar un leve enrojecimiento.
Es un tratamiento muy rápido que no necesita preparación previa, promoviendo excelentes resultados:
- Efecto tensor.
- Disminuye arrugas finas, mancha
- Mejora el aspecto y la luminosidad de la piel.
- Regeneración y revitalización de la piel.
- Hidratación y nutrición.
Se recomienda una sesión cada 3 o 4 meses para el mantenimiento de la piel y antes de cualquier tratamiento facial.