En nuestro centro trabajamos con el cuidado del cabello, para un mejor diagnóstico, el paciente deberá acudir a un médico dermatólogo especializado en tratamientos para la queda del cabello o algún tipo de alopecia.

Nosotros orientamos en cómo mejorar la calidad del cabello como la dieta, la rutina de cuidados y algunos tratamientos.

Es importante aclarar, que, si bien la caída capilar es necesario prevenirla y tratarla, el pelo, por su propia naturaleza, se cae. El pelo nace, crece, se cae y vuelve a salir. No debemos alarmarnos cuando encontramos en el desagüe de la ducha un puñado de cabellos, ya que eso forma parte del ciclo natural del pelo.

¿Cuándo hay que preocuparse (y cuándo no)?

Es un tema que preocupa en cualquier época del año, pero la realidad es que cuando más se habla de la caída del cabello es en otoño. Aunque la caída estacional puede producirse en cualquier época del año es más común y, por tanto, es cuando más conscientes somos de ella.

De media perdemos entre 100 y 150 cabellos al día. En otoño, ese número se incrementa, podemos detectar en el cepillo, en los que dejamos en la ducha, en los que se quedan en la almohada y en los que se quedan en los hombros.

Si a eso sumamos otros factores como el estrés, la dieta, la toma de ciertos medicamentos, el post parto, algunas enfermedades, parece necesario saber en qué momento la caída del pelo debe preocuparnos.

La caída estacional es más intensa durante el lavado o el cepillado del cabello. En la mayoría de las patologías  que cursan con la caída del cabello, ésta es lenta y continua, no existen momentos concretos con más caída ni situaciones que la favorezcan.

Es decir, salvo excepciones en algún tipo concreto de alopecia, notar que tu cabello se cae en un momento determinado no tiene por qué ser un síntoma de preocupación porque ese tipo de caída puntual y limitada en el tiempo – conocida como efluvio telógeno – no requiere tratamiento y se recupera pasado un tiempo.

Otro tipo de caídas puntuales que no suelen necesitar tratamiento son las producidas por situaciones de estrés o tras un embarazo (concretamente a los 3 ó 4 meses de dar a luz, momento en que se disminuyen los niveles de estrógeno responsables del anclaje del pelo al cuero cabelludo).

Señales de alarma:

• Pérdida de cabello excesiva y mantenida o ante el adelgazamiento del cabello: si transcurrido entre 2 y 4 meses de esa caída (supuestamente estacional) notamos que la densidad del cabello ha disminuido, que el cuero cabelludo ha empezado a clarear o que el pelo está más fino y débil.
• La caída se acompaña de pérdida de pelo en las cejas o las pestañas.
• Si la caída deja calvas circulares por distintas zonas del cuero cabelludo.
• Si existe picor en la zona donde se nota menos densidad.
• Si la pérdida de pelo afecta sobre todo a la línea de implantación frontal.
• Si en la zona donde se está perdiendo pelo existe rojez o inflamación alrededor de los folículos.
• Si la zona donde se ha perdido pelo está bien delimitada y tiene aspecto de cicatriz.

Productos que ayudan a reducir la queda:

El uso de cápsulas anticaída es bastante frecuente ya que aportan micronutrientes cuyo déficit se asocia a la caída del cabello. También se recomienda el uso de champús específicos anticaída, que no frenan la pérdida de pelo, pero sí previenen patologías que favorecen dicho problema, como la caspa o la dermatitis seborreica.

Para el paciente que siente que está perdiendo el cabello o le falta calidad, los tratamientos se basan en tres pilares:

• Compuestos con principios activos y nutrientes: frenan la pérdida del cabello como las pastillas para fortalecer el pelo o vitaminas para el cabello.
• Tratamientos para el cuero cabelludo: evitan problemas que causa la alopecia.
• Cosméticos: mascarillas, tónicos cuya misión es conseguir un cabello sano y bonito.

¿Cuáles son los mejores tratamientos para frenar la caída del cabello?

Es difícil dar una respuesta concreta a esta pregunta ya que el elegir un tratamiento u otro dependerá del tipo de caída que tenemos y de las circunstancias de cada caso.

Los productos anticaídas pueden alargar la fase anágena del cabello (la del crecimiento) y retrasar la de reposo y caída.

No hay ni peores ni mejores tratamientos para tratar la caída, no obstante, se consigue buenos resultados.

Rutina capilar de cuidados:

1. Cepillar el pelo: utilizar un cepillo suave, preferiblemente de madera. Estimula la circulación sanguínea con el masaje que se hace en el cuero cabelludo.
2. Lavar el cabello con champús adaptados a cada necesidad: hidratación, nutrición y reconstrucción. Si… hay que usar esos tres tipos de champús junto con sus suavizantes y mascarillas.
3. Exfoliar el cuero cabelludo: una vez a cada dos emanas o una vez al mes. Ayuda a eliminar residuos, células muertas y favorece la oxigenación. Existen productos específicos para eso.
4. Lavar el pelo: los residuos acumulados en el origen del pelo hacen que el anclaje de este al cuero cabelludo pueda ser más débil y se desprenda con más facilidad. Y no se olviden, la frecuencia de lavado o la utilización de champús específicos, no modifica la caída del cabello. Hay que lavarlo con la frecuencia que precise cada persona.
5. Cuidado con los productos con parabenos, tintes con amoníaco y herramientas de calor: estos tres viejos conocidos no son buenos consejeros para nuestro cabello. Esos tres elementos debilitan la estructura capilar, haciendo que el pelo esté más quebradizo y débil. Así que si estas en tratamiento para la caída del cabello deberías buscar alternativas más sanas.
6. Alimentación: somos lo que comemos y prevenir la caída del cabello también pasa por llevar una dieta sana y equilibrada que garantizara el aporte de oligoelementos, vitaminas, minerales y aminoácidos, necesarios para la formación de la queratina, que es la “viga” que da la fortaleza al cabello. También tenemos que evitar los déficits de zinc, hierro, magnesio, cobre, cistina, ácido fólico, Vitaminas B6, B12, B7, Vitamina D y la vitamina A con un aporte adecuado en nuestra alimentación para tener un pelo sano.

Si tengo algún problema ¿qué tratamientos existen?

Aunque el injerto capilar es la forma de recuperar la densidad en aquellas zonas donde se ha perdido, el cabello nativo puede seguir afectado por la alopecia androgénica.

En estos casos, es interesante realizar tratamientos de mantenimiento adaptados a cada necesidad.

Entre los tratamientos más efectivos destacan los protocolos con Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRP), la mesoterapia capilar y la carboxiterapia.

Mediante esos tratamientos cuidaremos de nuestra salud capilar y mantendremos nuestro cabello en buen estado, haciendo que no perdamos ni el cabello nativo como el injertado y que esté en mejores condiciones.